I
Raúl Castro, en el acto por el 26 de Julio, dijo sobre la
reforma a la constitución: Será un documento adecuado al momento “…de modo que
se garantice el carácter irrevocable del socialismo y la continuidad de la
revolución” Visto y leído así, no importa eliminar la palabra comunismo de la
carta magna cuando la esencia del sistema sigue siendo lo mismo. El raulismo mágico
se cubre con el manto del pragmatismo y el juego semántico porque la pericia del
castrismo se atribuye la capacidad de cambiar la envoltura, pero nunca el
contenido. Es el arte de engañar a quienes siempre han sido engañados.
II
Dice un español que vive en Cuba que los viejos en la
isla siguen apegados a la revolución. Los jóvenes, según observa, están en otras
cosas. Quieren dinero, hacer negocios o irse del país. Seguidamente expresa admiración
por Cuba, sobre todo por la Habana, ciudad donde vive y teme que un cambio elimine
ese sabor a cubanía que disfruta en las calles de la capital. Pienso que Cuba
vende su miseria como un atractivo turístico. Duele, por cierto mucho, cuando
quienes disfrutan de la libertad en sus países ven -como parte del folklor- la
vida miserable de un pueblo como motivo de placer. Ah, llegan a disfrutar tanto
esa penuria popular que desean prolongarla en el tiempo para un goce mayor.
III
Desde un controversial congresista, pasando por
influyentes hombres de negocios, hasta llegar a un exiliado de a pie, les he
escuchado decir que Cuba no cambia por culpa de Miami. La firmeza de sus
argumentos pesa como un acto de fe. Una convicción tan fecunda que se comportan
como defensores del otro lado. Se concentran en criticar el exceso de
patriotismo y el uso desmedido del cerrojo anticastrista para mantener cerradas
las puertas del acercamiento, los intercambios y los negocios. Resulta difícil entenderlo
así, al menos para mí. Tal simpleza e injusta valoración nos dice hasta donde
calan los tentáculos del castrismo. El exilio no es estructural y menos
perfecto, pero es el único milagro cubano, según Leví Marrero, construido por
un país fuera de sus fronteras.
No comments:
Post a Comment