Sunday, October 20, 2013

Noticias que duelen


(A la memoria del doctor José Ignacio Rasco)

Casi al amanecer del día diecinueve de Octubre los cubanos exiliados fueron sorprendidos por la pérdida de uno de sus hijos. Moría a los ochenta y ocho años de edad, en la ciudad de Miami, el doctor José Ignacio Rasco y con él una parte imprescindible de la historia reciente de Cuba.
Fue en Cayo Hueso, exactamente en el Instituto San Carlos, un sitio cargado de historia, donde nos conocimos. Allí se iniciaba una profunda amistad que nos llevó a los escenarios más disimiles donde se abrían oídos dispuesto a escuchar la realidad de Cuba. Tuve el honor de aprender lo que pocos saben acerca de la personalidad de Fidel Castro, su compañero de estudio durante varios años en La Habana al cual define como un loco e inteligente que retorció el sentido del bien para encumbrarse en la gloria de los tiranos y llevar la maldad a millones de sus compatriotas.
El doctor Rasco poseía una capacidad poco común en los cubanos. Como era ilustrado, sabia escuchar sin interrumpir para luego, sin abusar de su erudición, ofrecer su visión personal de las cosas sin pasiones y con tanta claridad que su voz ronca y estruendosa sonaba como un susurro sugerente y oportuno. Sus gestos eran los del intelectual formado en la academia de los libros sin resultar pedante o altanero. Además, su temperamento flemático, la jovialidad y la sencillez, lo convertían en una personalidad tan simple que ese atributo elevaba su erudita personalidad. Era reflexivo y poseía un verbo ejercitado en las aulas, en el debate de ideas y en la confrontación, sabiendo estampar los puntos esenciales de las cosas con templada sabiduría.
En Rio de Janeiro, me sugirió discutir los argumentos sin maltratar a las personas y en Budapest, me volvió apostillar la misma lección. Y eso era importante para él. El sentido de lo humano no puede destruirse en la diferencia y con los adversarios es necesario usar como armas el talante. En eso el doctor Rasco era un ejemplo. Una vez, justamente en Brasil, acudió a un evento donde se encontraba su viejo compañero de aula Fidel Castro. Desde un piso superior, donde miraba al comandante pasar con una carrosa de herméticos guardaespaldas bajo sus pies, le dijo algunas palabras al gobernante, quien de inmediato lo reconoció alejándose del lugar para evitarlo. José Ignacio estaba solo, sin nadie para protegerlo y sin un cargador capaz de dañar a quien posiblemente fuera su peor enemigo.
Después de su muerte, solo queda prometerle seguir su ejemplo de lealtad a Cuba y a los cubanos.     



    

Tuesday, October 15, 2013

Gravity



Los promotores de Gravity 3D, la cinta cinematográfica del director mexicano Alfonso Cuarón, todavía no imaginan el impacto de esta película sobre los espectadores cubanos cuando acuden a las salas de cine de toda Norteamérica. Nada tiene que ver la aparición breve, pero importante, en el filme de George Clooney, el seductor actor de Hollywood, quien esta vez se pierde en la infinidad del universo por un intempestivo accidente lejos de la gravedad terrestre al intentar reparar una avería en la Estación Espacial Internacional o el protagonismo de Sandra Bullock antes una situación traumática a cientos de kilómetros sobre la superficie de la tierra. Tampoco son las espectaculares imágenes de las noches estrelladas, el nacimiento de los días o la belleza de nuestro planeta en la distancia. Mucho menos son las flotaciones de los objetos en la ingravidez o el propio complejo espacial orbitando a veinte y siete mil kilómetros por horas en el vacío cósmico. No es el ingenio de la tecnología o el talento humano que ha sido capaz de construir una residencia sideral donde al parecer se habita por consenso.
Lo impactante para un cubano es que en el minuto trece del filme aparece tranquila, vestida por las finas transparencias de nuestro lecho marino, alargada y formando parte del planeta tierra, la isla de Cuba. No se veían sus palmas, pero se imaginaban. No se escuchaba la música, no se olía el sabor de sus comidas,  ni el bullicio constante de sus calles y no era posible ver a todos los cubanos aunque estaban allí. Fueron breves segundos, pero se percibe intacta, vacía, como si también gravitara sobre el azul celeste del mar en sus orillas,  parecida a una mujer desnuda sobre un lecho pétreo para ser amada. Después, la trama no es igual porque se trata de buscar hasta el final de la película y, desde el cosmos, aquel lugar de donde provenimos.

Tuesday, October 1, 2013

El consumo de drogas, los cederre y Raúl



Raúl Castro ha pedido a los cederre que vigilen el consumo de droga en el país, según él, un nuevo e inesperado flagelo para la revolución. Lo ha hecho en el recién finalizado congreso de esa organización de masa, cuya historia de delaciones e intrigas han dejado abiertas una página siniestra en nuestra historia que fueron inculcadas en la mentalidad de los cubanos por Fidel Castro. El general, atinado como siempre, apela a la pureza del sistema y encarga a los CDR  a cumplir las tereas de siempre, ahora cuando la gente comienza a mirar hacia el lado para no involucrarse en chivatería.
Se acabaron las dudas sobre el comercio de drogas en la isla y, aunque el hermano menor de los Castro le preocupa el consumo, olvidó mencionar a quienes la ofertan y el impacto de la demanda.
Cuando fusilaron al general Ochoa, Fidel dijo que lavarían la afrenta con un severo castigo y, sin la menor piedad, ejecutó al militar de mejor carrera bajo sus órdenes, el 13 de julio de mil novecientos ochenta y nueve, en una madrugada calurosa y frente al mar. Sin embargo, nadie dejó de dudar que aquella componenda implicaba más personas de las que fueron enjuiciadas en la causa número uno. Veinte y cuatro años después de aquellos sucesos, el nuevo líder supremo de la revolución apela la organización cederista para acabar con un mal que únicamente se engendró por las implicaciones directas de la jerarquía del poder central. Los únicos que en Cuba poseen contactos, recursos financieros y logísticas para introducir drogas en el país y que ésta llegue alarmar a las autoridades, son los dirigentes y de manera particular las fuerzas armadas y el ministerio del interior.
Esperar para ver. Al parecer, Raúl se quiso adelantar a la DEA para evitar implicaciones en su plantel. A partir de ahora, empezaran a caer ciudadanos comunes por consumirla y tal vez un peje gordo para las apariencias.