Tuesday, May 3, 2016

Sexo en el boulevard

Como Cuba es noticia y se ha puesto de moda en cualquier parte, todo cabe. Así parece que lo interpretan aquellos que, desde la isla y fuera de ella, suben al espacio cibernético videos y fotos que llegan a convertirse en virales. No importa el contenido, ni la edad de los protagonistas y mucho menos su origen social. Los cubanos de intramuros producen tantas imágenes como sea posible crear. Y ahora más, si estas pueden ser vistas en el mundo gracias a Internet.

Hace unos meses, un hombre mayorcito, sin el menor pudor y actuando sin ocultar su lujuria, realizaba un acto sexual con una gallina. La zoofilia, tan vieja como el hombre, ha existido siempre cuya práctica se asocia a cierto desordenes conductuales y a un sistema de valores reducidos a un instinto perentorio o casi animal.

Después, unos escolares primarios, uniformados y en franco desafío a la prudencia, aprovechaban el receso para exponerse en un baile erótico que han comenzado a heredar de sus padres. Era como tocar fondo. También, pienso yo, para advertir que la continuidad revolucionaria pasa por una generación degenerada de valores donde lo grosero grava el presente  y pone en riesgo el futuro.

Finalmente, para mayor sorpresa, una pareja de adolescentes, en pleno Boulevard de San Rafael, exponían a la vista de todos y sin reparo alguno, sus relaciones sexuales como si aquel acto fuera una puesta en escena tan normal como beber ron en el malecón de La Habana. El exhibicionismo, a través del sexo explícito, ha comenzado a pagarse en las calles habaneras. El costo es altísimo para una sociedad construida sobre los pilares de la inmoralidad y la indecencia.

Lo doloroso, por esa tendencia de la gente a generalizar, es que el mundo está mirando a Cuba como un pastel accesible de lujuria y sexo. Como un muladar donde únicamente se produce placer o como un país donde los límites, solo existen cuando se habla de política.  Las imágenes llegarán cada vez más porque las porosidades del sistema no pueden parar lo imparable. En ellas veremos la representación real de la miseria, el deterioro social y moral de un país que antes fue el orgullo de nuestros padres y abuelos.


Cuba sufre un suicidio colectivo por la irresponsabilidad de quienes eliminaron lo mejor de la nación. Volver a nuestra esencia es el desafío mayor del presente y también del futuro.