Lo acaba de hacer público en el día de hoy, 12 de diciembre, el propio Benedicto XVI: En el 2012 visitará Cuba. El anuncio fue ovacionado durante su discurso por la celebración Eucarística en honor a la Virgen de Guadalupe. La ceremonia se transmitió a todos los países latinoamericanos por CNN en español y a pesar de la hora el nivel de audiencia fue aceptable.
Con este viaje a la isla, se abre una nueva oportunidad para sacar ventaja de lo que viene a ser una gran oportunidad para pensar en serio por el bien de Cuba. Antes, en 1998, Juan Pablo II, convocó la conciencia nacional para el emprendimiento de un compromiso responsable, pero pocos, incluyendo a la iglesia cubana, asumieron el desafío de aquella histórica visita. Esta vez, el peregrinaje papal puede servir a los cubanos, de ambas orillas, para reflexionar acerca de la nación cubana, las perspectivas de movilidad hacia el pluralismo político, el respeto a los derechos civiles y para encontrar un camino de consenso inteligente, donde la tolerancia impere sobre la ferocidad irracional exclusiva en un grupo considerable de cubanos.
Es tiempo de ajustar cuenta a los errores, de mirar hacia dentro y de fundar esperanzas. Cuba, es más que un gobierno y una ideología. Es una nación dispersa, inteligente, capaz de alcanzar la cima de lo posible, de convivir en armonía, de perdonar, sin caer presa del olvido, y de tener una visión moderna de su futuro. Los cubanos necesitan ahora, para bien del mañana, unirse en la fe, arrebatada por los dogmas de lo absurdo. Adherirse en lo que todos creen, a esa entidad superior a los odios, los rencores y la venganza.
Es conveniente decirle a la iglesia y a su pueblo, que esta visita a es para todos los cubanos, no importa donde se encuentren. Es un viaje de paz para los que siempre han permanecido arropados en la fe cristiana y para lo que condenaron a otros por sus creencias. Es una oportunidad única para decirle al mundo que los cubanos también pueden.
Por supuesto que los cubanos también pueden Ramón. Un regalo de la Virgen en Su día este anuncio hoy del Santo Padre. Efectivamente es la hora de una visión moderna para el futuro de Cuba. Los cubanos somos capaces de hacerla realidad, en Cuba y en su diáspora. Una nueva realidad que acabara con los muros como solo el amor puede. Lo de hoy es un anuncio de lo que viene, nuestro renacer.
ReplyDeleteMickey, sin dudas. Hay que desarrollar esa vision moderna para Cuba. Lo importante ahora es acoger esa visita con entusiasmo y responsabilidad...
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