Cincuenta y cinco años en la vida
de un hombre es mucho tiempo y cuando se han vivido sin libertad parece una
eternidad. Por ese tránsito, lento y convulso, han andado millones de cubanos
y, como se vislumbran las cosas, ese camino no parece terminar a corto o
mediano plazo.
La historia de ese período aciago
ha creado un país diferente y a un pueblo abstraído en un nivel de conciencia
sumisa y en la incondicionalidad con la locura. Impresiona la nación cubana, de
intramuros y algunos de esta orilla, como un enorme manicomio donde los únicos
cuerdos son tan pocos que, en el intento de romper los hilos de la chifladura,
terminan tirándoles piedra al mar y no a las murallas donde están los enfermos.
Y es así como se puede empezar un
balance de un pueblo cuyo valor e inteligencia son incuestionables a pesar de
estar dominado por el miedo y la ignorancia. Pero hacer un breve recuento de más
de medio siglo de castrismo es arriesgado porque la extensión de la maldad en
ese modelo ha sido tanta que no existen borradores para describirlas. A pesar
de ello, intentaremos resumir el significado del socialismo tropical de los hermanos
Castro, durante su larga estadía en el poder, con once situaciones ostensible
para mí y que han marcado la realidad nacional.
La desvalorización moral y ética del
ciudadano ha creado un comportamiento conductual espurio, sometido a las reglas
del modelo político y extremadamente superficial. Los patrones universales de normalidad se comenzaron a romper desde el mismísimo primero de enero de 1959.
La extensión de la desconfianza a
nivel social es parte de la arquitectura ideológica del castrismo que prescinde
del ciudadano como persona pero, lo valora como un sujeto del poder. A éste,
entonces y por la conveniencia de dividir a los miembros de la sociedad, se le
manipula para que interprete su entorno desde la perplejidad.
Cuba es el segundo país en el
mundo, después de Corea del Norte, donde la política salpica el día a día del
ciudadano. Desde lo más básico hasta las más complejas satisfacciones de las
necesidades pasa por el prisma de la política.
El temor ha generado cinco tipos especiales
de miedo en Cuba. Primero, miedo al régimen, segundo miedo al cambio, el tercero,
es el miedo a un exilio demonizado por Castro, en cuarto lugar, el miedo al otro
y finalmente el miedo a si mismo (miedo sensorial)
El lenguaje de la revolución cubana
tiene particular importancia y ha servido para cambiar el significado real de
las cosas. Un hombre valiente en Cuba es quien defiende al modelo, quien lo
enfrenta es un cobarde. El poder del discurso político ha sido un instrumento de
utilidad meridiana para invadir las conciencias sumisas de los ciudadanos.
La mayor propiedad del régimen
han sido los niños y los jóvenes porque son el terreno donde cultivan el
imaginario del castrismo para su perpetuidad en el poder.
“Cuba es una mitología política”*** y la mentira individualizada
desde las altas estructuras del poder hasta los ciudadanos explica el daño antropológico
que ha comenzado a padecer desde hace década la sociedad cubana.
La incondicionalidad al modelo se
sustenta en la ignorancia de una mayoría que no tiene referentes comparativos ajenos
a las influencias ideológica del régimen. Este grupo, capaz de convertirse en
turba y constituir un peligro real, siguen creyendo que después de la revolución
solo existe el fracaso.
La tolerancia mínima a la
existencia de opositores, por parte de Raúl Castro en los últimos años, obedece
a una estrategia bien pensada para mostrar hacia el exterior la existencia de
disidentes y obtener ventajas en las relaciones económicas con algunos países y
bloques de poder.
Para los comunistas cubanos en el
poder, la desaparición del dictador no significa el fin de la dictadura. La obsesión
por preservar los beneficios de gobernar le permite mutar el totalitarismo por
al autoritarismo y ofrecer nuevas prebendas con unos supuestos cambios
estructurales que entretienen a la gente mientras las bases del modelo se
consolidan porque el escenario internacional nunca había sido mejor para ellos que
este momento.
El enaltecimiento del poder del
adversario (léase Estados Unidos o Goliat) ha creado una victimización ventajoso
para el régimen (léase David) al obtener el respaldo internacional de muchas
naciones y elevar el nacionalismo en Cuba.
La compleja situación de Cuba no
se puede resumir en tan pocos ejemplos. En mi modesta opinión estos son los eventos
de mayor trascendencia durante la existencia de la revolución cubana que próximamente
cumplirá cincuenta y seis años.
-
*** La cita es de Omar López Montenegro
Cierto y de acuerdo con usted.
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